viernes, 17 de febrero de 2012

scdsl

- Pero si la vida es un infierno, ¿no es razonable el suicidio?

- No lo puedes decidir en ninguna circunstancia salvo en esa extrema. Y, en esa circunstancia extrema, el cerebro ya no actúa libremente, es un cerebro defectuoso. En una sana interacción con el mundo, la idea del suicidio no viene nunca, no puede aparecer, es incongurente con el programa humano. El suicidio es producto de un trastorno cerebral que impide que nuestro cerebro acceda al placer. Hemingway se pegó un tiro a los sesenta y dos años. Tenía detrás toda una historia de depresión maníaca, que es tremenda, y llegó un momento que dijo hasta aquí.

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